Impacto de la tesorería en el éxito de los planes estratégicos
La definición de planes estratégicos en las empresas es sin duda un ejercicio organizacional de suma importancia si es que las empresas desean mantenerse competitivas, crecer y perdurar a través de los tiempos.
El término “estratégico” es sin duda uno de las palabras más mencionadas en las empresas, palabra que se usa para dar la sensación de que la actividad a la que se ajusta el adjetivo, es de suma importancia, por lo que en el ambiente de negocios, la misma se mantiene dentro de las palabras más usadas.
Y es hasta entendible, ya que la razón de ser las organizaciones es transcender y evidentemente, la aplicación de un plan estratégico es sin duda un buen inicio, ahora bien, uno de las principales faltas a la hora de definir una visión, misión y objetivos estratégicos, es que en la mayorías de las empresas, la definición de los mismos no se encuentran vinculados a la capacidad de corto y mediano de la empresa de generar los recursos que van a sustentar la aplicación de la estrategia.
Muchas empresas, abrigan sus esperanzas en que la realización de ejercicios estratégicos les brindaran las capacidades de poder lograr sus objetivos organizacionales; pero la realidad es que una gran proporción de esas empresas, descuidan el análisis financiero de los objetivos que se plantean, arropados por el fervor de que las metas hay que alcanzarlas no importa el costo que conlleve.
Es en este contexto en el que el área de tesorería juega un papel determinante en ayudar a controlar la implementación de las metas estratégicas, propiciando un futuro exitoso, con un crecimiento razonable, una rentabilidad suficiente y un riesgo acotado y controlado.
El área de Tesorería debe contribuir con la estrategia a través de determinar las capacidades financieras actuales y futuras, cual es el costo de perseguir cada uno de los objetivos propuestos, qué valor va a agregar a la organización y de cuáles riesgos la organización debe definir un plan de cobertura.
En este contexto, el tesorero debe adentrarse al detalle en todas las aristas del plan, para poder medir por ejemplo, las necesidades de financiamiento, la estructura de la relación deuda – capital, el nivel de capital de trabajo etc.
Otro elemento importante lo constituye el entendimiento de los riesgos asociados y como asesora a la organización en la correcta cobertura o apertura del apetito del riesgo, manteniendo un equilibrio fundamental entre apertura y control que le permita a la empresa crecer minimizando la pérdida de recursos.
De manera detallada, el tesorero debe involucrarse en temas como:
− Compatibilizar el crecimiento planificado, medido en términos de inversión económica, con la financiación necesaria y ajustar el objetivo de crecimiento con la financiación posible.
− Definir el nivel de riesgo financiero máximo asumible por la empresa, en términos de capacidad de endeudamiento y capacidad de pago de las cargas de la deuda.
− Estructurar la dimensión temporal de la deuda, conjugando tasas de coste y ratios de liquidez.
− Evaluar las posibilidades y conveniencia de apalancamiento financiero, conjugando rentabilidad y riesgo.
− Ayudar a definir una distribución de beneficios acorde con la política de retribución al
Accionista y los objetivos de crecimiento.
− Definir indicadores económico-financieros para medir y evaluar la estrategia.